Nos llevamos una gran sorpresa cuando decidimos coger la cámara y subir al Pagasarri.No éramos los únicos que habíamos pensado en un monte cercano a Bilbao para pasar el dia.Cada fín de semana, el número de visitantes crece de forma progresiva.Unos andando y otros en su bicicleta de montaña. El perfil de montañeros era total desde los grupos clásicos de montañeros de toda la vida hasta gente joven que valora el contacto con la naturaleza en compañía de sus amigos o compañeros de colegio.La verdad que el desnivel en algunos tramos se las trae, pero cuando subes a la cumbre y contemplas ese inmenso paisaje de casi 360º de Bilbao se te olvidan los 635 mts de subida.Un buen bocadillo con vino de rioja o una cerveza fresca te dejan como nuevo y con ganas de repetir el siguiente fin de semana.