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El Norte de Jordania es una región de grandes contrastes.El viajero se ve sorprendido por el paso brusco de un paisaje verde al árido desierto.

Nos dirigimos a las aguas termales de Main.

Durante el trayecto atravesamos pequeños poblados que viven de la agricultura y de la ganadería.

También vemos desde la carretera campamentos de beduinos que viven de forma nómada.

Despues de varias horas circulando por el desierto llegamos a un oasis entre las montañas,son las aguas termales de Main.

La Historia Sagrada narra que el rey Herodes venía a este lugar para bañarse y aprovechar las cualidades terapeúticas de sus aguas.

En un entorno de ensueño varias cascadas de agua a unos 60 grados han convertido el lugar en una zona recreativa especial.

Pero son sobre todo un pasaje de historia que perdura intacta durante siglos hasta nuestros días.

Con una diferencia notable,no es un privilegio exclusivo de reyes sino un regalo de la naturaleza al alcance de todos