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La historia es curiosa y muchas veces caprichosa, pero siempre hay una razón. La localidad riojana de Gallinero de Rioja debe su nombre al Monasterio de San Millán de la Cogolla, que estaba muy próximo a él. Efectivamente los monjes tenían en él sus granjas de gallinas que abastecían de huevos y carne de pollo y gallina a la numerosa comunidad de monjes. La progresiva pérdida de influencia del monasterio a lo largo de la historia se trasladaba igualmente a su granja proveedora. En la actualidad sólo queda un pequeño núcleo de casas, el orgullo de haber tenido un pasado ilustre y el nombre de la localidad.

En Mayo se celebra en Gallinero de Rioja la primera romería tras las fiestas. En la tradicional romería se oficia una misa en la iglesia, seguida de procesión con danzas, un reparto de chorizo y vino ofrecido por los anfitriones, y, dependiendo del tiempo, comidas al aire libre o bajo techo. Durante muchos años, esta localidad se encargó de proporcionar los bueyes para las procesiones y la madera de encina para el ‘Almuerzo del Santo’. Tras ella, vendrán otras romerías, siendo la más multitudinaria la que se celebra en la ermita de Las Abejas, donde cada año, se reparten las populares lentejas con oreja de lechón y costilla.