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Continuamos en nuestro viaje por Noruega. Primero nos embarcamos en la pesca del bacalao sin mucha fortuna para después acudir a un prestigioso concurso gastronómico donde tuvimos oportunidad de contemplar a cocineros profesionales tratar con el pescado tradicional del país.

Dejamos Stavanger  para llegar hasta Bergen, un precioso pueblo costero donde visitamos una piscifactoría local. Allí nos enseñaron el proceso de producción de la trucha noruega, así como, sus diferencias con el salmón. No podíamos dejar de visitar el acuario de la ciudad donde tuvimos la oportunidad de ver y disfrutar de las focas, pingüinos y salmones entre otros.

Nuestro viaje termina con una excursión a los fiordos noruegos, un lugar donde la naturaleza nos deja con la boca abierta y nos enseña de lo que es capaz. Nuestra travesía comienza en autobús, después en ferry, y, por último en tren lo que nos permite admirar estas maravillas desde todos los ángulos. Nos despedimos de este país desde el muelle de Bergen, con la promesa de volver y seguir conociendolo.